Le pasó a Daniel, pero podría haberle pasado a alguien como yo, podría haberle pasado a cualquiera. No debería haberle pasado a nadie.
El foco debe ser encontrar un lugar común en la condena al terrorismo de estado, porque nadie, absolutamente nadie merece ser víctima de este.
La humanidad que debe formar parte de todos y cada uno de nosotros debe guiarnos en el objetivo de encontrar verdad, memoria y justicia.
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